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lunes, 30 de noviembre de 2015

Bronquiectasia



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La bronquiectasia es una enfermedad de las vías respiratorias superiores en la cual los pulmones se dañan y se ensanchan. Existen dos tipos de bronquiectasia dependiendo de cuando se presenta:
  • Bronquiectasia congénita: La afección está presente al nacer.
  • Bronquiectasia adquirida: Aparece después del nacimiento, durante la vida.
Radiografía de tórax. Bronquiectasia.

Esta patología es causada habitualmente por una inflamación o una infección reiterada de las vías respiratorias. Otra causa muy frecuente que produce la bronquiectasia, hasta en el 33% de los casos, es la fibrosis quística. Otras enfermedades genéticas como la discinesia ciliar primaria o síndromes de inmunodeficiencia también son causantes de esta patología.

Los síntomas que produce la bronquiectasia van apareciendo progresivamente después de que aparezca la enfermedad. Pueden incluir:
  • Piel de color azulada.
  • Mal aliento.
  • Tos crónica con esputo fétido.
  • Expectoración con sangre.
  • Fatiga.
  • Palidez.
  • Dificultad para respirar que empeora con el ejercicio.
  • Pérdida de peso.
  • Sibilancias.
El tratamiento de esta patología no es curativo, va encaminado a controlar las infecciones y el esputo, aliviar la obstrucción de las vías respiratorias y prevenir las complicaciones.
Una parte del tratamiento consiste en el drenaje diario del esputo mediante la expectoración forzada. Un profesional puede ayudarle a realizar esta técnica.
Los medicamentos recetados son antibióticos, broncodilatadores y expectorantes para evitar o aliviar las infecciones.
Si el paciente presenta mucho sangrado pulmonar o tiene la enfermedad concentrada en una zona pequeña, puede necesitarse cirugía para extirpar parte del pulmón.

Cuando está presente esta enfermedad el médico puede auscultar pequeñas sibilancias en la parte inferior de los pulmones. Otros exámenes y pruebas que se pueden realizar para detectar esta enfermedad y descartar otras patologías respiratorias son: 
  • Radiografía de tórax.
  • Cultivo de esputo.
  • Prueba de precipitina para aspergilosis, para verificar si hay reacción alérgica al hongo.
  • Examen de sangre para la alfa-1-antitripsina.



Unos consejos que os queremos dar para prevenir dicha enfermedad se basan en prevenir sus principales causas, las infecciones respiratorias. Por ejemplo, las vacunas de la niñez y la antigripal pueden reducir la probabilidad de contraer múltiples infecciones. También, como siempre, el tabaquismo activo o pasivo y la contaminación aumentan el riesgo.



domingo, 29 de noviembre de 2015

Bronquitis



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La bronquitis es una inflamación de las vías aéreas principales que llevan el aire hacia lo pulmones. Esto provoca que se estrechen las vías respiratorias, dificultando la respiración y haciendo que el volumen de aire que llega a los pulmones sea menor.



La bronquitis suele sufrirse después de un resfriado o una gripe. La causa que provoca la infección de los bronquios es un virus que en primer lugar afecta a la nariz, los senos paranasales y la garganta, para después propagarse por el resto de vías respiratorias que conducen el aire hacia los pulmones.
En raras ocasiones son las bacterias las que infectan las vías respiratorias. En este caso se considera una infección secundaria.



Los síntomas desencadenados debido a esta infección son, como en la mayoría de patologías respiratorias:

  • Molestia en el pecho.
  • Tos productora de moco.
  • Fatiga.
  • Alta temperatura corporal, generalmente febrícula.
  • Dificultad respiratoria que provoca la dificultad para realizar las tareas cotidianas.
  • Sibilancias, sobre todo en personas asmáticas.
En algunas ocasiones, una vez curada la bronquitis, la tos seca y la molestia pueden prolongarse durante un mes.
A veces es difícil distinguir entre una neumonía y una bronquitis, que habitualmente se diferencian en que la neumonía presenta fiebres más altas.

La infección suele desaparecer por sí sola a cabo de una semana aproximadamente, por ello la mayoría de tratamientos contra la bronquitis no necesitan antibióticos, tan solo las producidas por bacterias. Los medicamentos que tienen como principio activo la guaifenesina pueden ayudarle a reducir y disolver el moco. Otras medidas que le harán sentirse mejor son:

  • Consumir mucho líquido.
  • Uso de inhaladores que abran las vías aéreas.
  • Un buen descanso.
  • Utilizar un humidificador en el baño.
  • El ácido o acetilsalicílico o paracetamol pueden ayudar a disminuir          la fiebre. (El ácido acetilsalicílico no está recomendado en niños).
  • Lavarse las manos habitualmente ayudará a no propagar los microorganismos patógenos.
  • Fumar, estar en espacios con humo o contaminación en el aire    empeorará los síntomas.


El profesional detectará una bronquitis mediante una auscultación con un estetoscopio. También ayudará a realizar un diagnóstico de esta patología una oximetría. En caso que se sospeche neumonía, se deberá realizar una radiografía de tórax para confirmar o deshechar dicha teoría.

Como siempre que podemos, los redactores de las entradas de este blog queremos daros una serie de sencillas medidas que podrán ayudarles a prevenir la bronquitis:
  • Vacunarse contra enfermedades virales es una forma de evitar que se produzca esta infección.
  • La utilización de máscaras al entrar en contacto con personas que padecen la enfermedad es otra forma de hacer que el virus no penetre en nuestros organismos.
  • Una dieta equilibrada hará que se eleven las defensas de nuestro organismo, lo que nos ayudará a combatir estas enfermedades antes de que nos afecten.
  • Cuidar la higiene es una tarea básica contra las infecciones.
  • Como en todas las enfermedades respiratorias y digestivas, el tabaquismo es perjudicial.