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viernes, 4 de diciembre de 2015

Silicosis



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La silicosis es una enfermedad crónica que consiste en una neumoconiosis producida por la inhalación de un gran número de partículas de sílice.



La causa que produce silicosis es la exposición a una alta concentración de sílice, que es un cristal común que se presenta naturalmente en la mayoría de los lechos rocosos, además es un componente principal de la arena. Por esto las personas que trabajan con vidrio y chorreado de arena están expuestos a este elemento. También los trabajadores de minería, explotaciones de canteras, construcción de túneles...
Se presentan 3 tipos de silicosis:

  • Silicosis crónica simple: Resulta de la exposición prolongada, durante más de 20 años, a bajas cantidades de polvo de sílice. Esta exposición causa la inflamación de los pulmones y de los ganglios linfáticos del tórax que provoca que los enfermos tengan dificultad para respirar.
  • Silicosis acelerada: Se presenta por la exposición a cantidades mayores de sílice durante un periodo de entre 5 y 15 años. Los síntomas se producen con mayor precocidad que en la simple.
  • Silicosis aguda: Resulta de la exposición a cantidades muy grandes de sílice durante un periodo corto de tiempo. Los pulmones sufren una gran inflamación y se pueden llenar de líquido, lo que causa una dificultad progresiva para respirar y una gran disminución de la cantidad de oxígeno en sangre.
Se puede presentar fibrosis masiva y progresiva en la silicosis simple, pero es más común en la acelerada. Esto provoca una cicatrización grave y destruye estructuras pulmonares normales.

Esta patología presenta pocos síntomas, que se resumen en:
  • Tos.
  • Pérdida de peso.
  • Grave dificultad respiratoria.
No existe un tratamiento específico para la silicosis, pero es imprescindible evitar la exposición con el sílice para evitar el progreso de esta enfermedad. 
El tratamiento complementario comprende antitusígenos, broncodilatadores y oxígeno en caso de disnea. También se pueden prescribir antibióticos para las infecciones respiratorias.
Los enfermos de silicosis también presentan una mayor probabilidad de presentar tuberculosis, ya que el sílice interfiere con la respuesta inmunitaria del cuerpo a la bacteria que produce esta enfermedad. 
Los pacientes con una silicosis grave pueden necesitar un trasplante de pulmón.

La técnica de detección de silicosis consiste en que el médico elaborará la historia clínica que incluye preguntas acerca del trabajo, los pasatiempos y otras actividades que puedan aumentar la exposición al sílice. También se realizará un examen físico.
Para confirmar el diagnóstico se puede realizar:
  • Radiografía de tórax.
  • Tomografía computerizada de tórax.
  • Pruebas de la función pulmonar.
  • Pruebas específicas para la tuberculosis.


Esta grave enfermedad además puede dar lugar a múltiples complicaciones:
  • Enfermedades del tejido conectivo, como artritis reumatoidea, esclerodermia y lupus eritematoso sistémico.
  • Cáncer de pulmón.
  • Fibrosis masiva y progresiva.
  • Insuficiencia respiratoria.
  • Tuberculosis.
La única prevención existente consiste en la disminución a la exposición del sílice, utilizando mascarillas antipolvo y de respiración. Asimismo es importante evitar el tabaquismo.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Bronquiectasia



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La bronquiectasia es una enfermedad de las vías respiratorias superiores en la cual los pulmones se dañan y se ensanchan. Existen dos tipos de bronquiectasia dependiendo de cuando se presenta:
  • Bronquiectasia congénita: La afección está presente al nacer.
  • Bronquiectasia adquirida: Aparece después del nacimiento, durante la vida.
Radiografía de tórax. Bronquiectasia.

Esta patología es causada habitualmente por una inflamación o una infección reiterada de las vías respiratorias. Otra causa muy frecuente que produce la bronquiectasia, hasta en el 33% de los casos, es la fibrosis quística. Otras enfermedades genéticas como la discinesia ciliar primaria o síndromes de inmunodeficiencia también son causantes de esta patología.

Los síntomas que produce la bronquiectasia van apareciendo progresivamente después de que aparezca la enfermedad. Pueden incluir:
  • Piel de color azulada.
  • Mal aliento.
  • Tos crónica con esputo fétido.
  • Expectoración con sangre.
  • Fatiga.
  • Palidez.
  • Dificultad para respirar que empeora con el ejercicio.
  • Pérdida de peso.
  • Sibilancias.
El tratamiento de esta patología no es curativo, va encaminado a controlar las infecciones y el esputo, aliviar la obstrucción de las vías respiratorias y prevenir las complicaciones.
Una parte del tratamiento consiste en el drenaje diario del esputo mediante la expectoración forzada. Un profesional puede ayudarle a realizar esta técnica.
Los medicamentos recetados son antibióticos, broncodilatadores y expectorantes para evitar o aliviar las infecciones.
Si el paciente presenta mucho sangrado pulmonar o tiene la enfermedad concentrada en una zona pequeña, puede necesitarse cirugía para extirpar parte del pulmón.

Cuando está presente esta enfermedad el médico puede auscultar pequeñas sibilancias en la parte inferior de los pulmones. Otros exámenes y pruebas que se pueden realizar para detectar esta enfermedad y descartar otras patologías respiratorias son: 
  • Radiografía de tórax.
  • Cultivo de esputo.
  • Prueba de precipitina para aspergilosis, para verificar si hay reacción alérgica al hongo.
  • Examen de sangre para la alfa-1-antitripsina.



Unos consejos que os queremos dar para prevenir dicha enfermedad se basan en prevenir sus principales causas, las infecciones respiratorias. Por ejemplo, las vacunas de la niñez y la antigripal pueden reducir la probabilidad de contraer múltiples infecciones. También, como siempre, el tabaquismo activo o pasivo y la contaminación aumentan el riesgo.