martes, 1 de diciembre de 2015

Edema pulmonar

El edema pulmonar es un acúmulo de líquido en los pulmones. Si ocurre en un plazo corto de tiempo, se suele llamar edema agudo de pulmón y, en este caso, es una urgencia médica, ya que la capacidad respiratoria del paciente puede verse comprometida.
¿Por qué ocurre?
Los pulmones se llenan de líquido cuando la sangre que está normalmente dentro de los vasos sanguíneos sale hacia el exterior inundando los alveolos pulmonares. Por supuesto, esto sólo pasa cuando algo funciona mal en los propios pulmones o en el corazón; así, podemos dividir el edema de pulmón en los siguientes tipos:
  • Edema de pulmón cardiogénico
  • Edema de pulmón no cardiogénico
  • Edema pulmonar neurogénico
Todos ellos tienen en común que provocan sensación de falta de aire, lo que también se conoce como disnea.
La causa más habitual de un edema pulmonar suele ser una insuficiencia cardíaca congestiva, que a su vez puede estar causada por una subida repentina de la presión arterial, válvulas aórticas, o ataques cardíacos o problemas del miocardio.
Sin embargo, el edema pulmonar también puede deberse a otras causas, como la toma de determinados fármacos, insuficiencia renal, daños al pulmón causados por intoxicaciones o infecciones, encontrarse expuesto a grandes alturas...
Lo más importante en el tratamiento de un edema pulmnar es detectar rápidamente las causas que han provocado su aparición, con el fin de corregirlas (tratamiento etiológico), porque también el pronóstico dependerá de dichas causas y del manejo de las mismas. Por supuesto, además de esto, para tratar el edema pulmonar en sí hay que evitar que disminuya la concentración de oxígeno en sangre (tratamiento de soporte), lo que se puede conseguir de la siguiente manera:
  • Oxígeno: se debe administrar oxígeno en mascarilla a todos los enfermos con edema agudo de pulmón. El flujo debe ser continuo y con una concentración de entre 60-90% de oxígeno en el aire inspirado.
  • PEEP: es la presión positiva al final de la inspiración. Es un aparato que transmite una presión positiva hacia los pulmones, lo que permite distender los alveolos y favorecer el intercambio de oxígeno.
  • Ventilación mecánica: sólo si las medidas anteriores no funcionan.
En la mayoría de los casos no es posible prevenir un edema agudo de pulmón, pero los riesgos de sufrirlo se pueden reducir con el tratamiento de los problemas de salud que pueden provocarlo. Para ello es fundamental seguir una serie de consejos.
  • Automedicación. No abandone ni cambie nunca por su cuenta el tratamiento de sus problemas circulatorios.
  • Dieta. Evite en su dieta los alimentos con alto contenido en sodio.
  • Hipertensión. Preocúpese de que su hipertensión arterial esté bien controlada.
  • Factores de riesgo. Evite otros factores que pueden ser desencadenantes como el alcohol, los esteroides o los antiinflamatorios no esteroideos.
  • Relajación. Procure aprender y practicar alguna técnica de relajación física y mental.

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