miércoles, 9 de diciembre de 2015

Trastorno bipolar



Widget
    El trastorno bipolar o depresión maníaca es una enfermedad mental que se caracteriza por causar cambios drásticos en el comportamiento, alternando de este modo momentos de depresión (con baja actividad o energía del cerebro) con momentos de extrema felicidad (llamados manía y que tienen mucha actividad o energía) o normalidad. Estas fases duran intervalos de tiempo variados, así, por ejemplo, las fases de felicidad pueden durar desde días hasta un máximo de 3 meses. Los episodios de depresión son más frecuentes que los de manía.

Esta alteración aparece en la adolescencia o edad adulta joven (entre 15 y 25 años) y se mantiene de por vida. Es muy raro el diagnóstico en una edad menor a doce años, aunque no podemos descartar su existencia.

    No se conoce la causa de este trastorno, aunque se asocia a un componente genético, ya que un gran porcentaje de los pacientes con bipolaridad presentan un familiar con antecedentes de depresión o indicios de este trastorno. Se habla también de la posibilidad de ser causado por un desequilibrio bioquímico por un fallo en la producción de hormonas o de neurotransmisores (cuya función es llevar el mensaje de unas células a otras del cerebro llamadas neuronas). No obstante, esto último aún está siendo investigado.

    Los signos y síntomas se pueden clasificar en dos grupos:

Signos y síntomas que aparecen en los episodios de felicidad
  • Aumento de energía y actividad del cerebro (esto se conoce como hipomanía, y hace que la persona no perciba la enfermedad y la niegue).
  • Inquietud, pensamientos rápidos, hablar rápido, exceso de euforia.
  • Fácil distracción.
  • Irritabilidad.
  • Poca necesidad de dormir.
  • Comportamientos imprudentes y falta de control.
  • Comportamiento entrometido o agresivo.
  • Exceso de autoestima y confianza en uno mismo (piensan que todo lo pueden)
Signos y síntomas de los episodios de depresión
  • Tristeza, ansiedad, soledad.
  • Ánimo bajo, desesperanza y pesimismo.
  • Culpabilidad, desvalorización e impotencia.
  • Pérdida del interés por las cosas.
  • Disminución de la energía y actividad del cerebro, fatiga.
  • Disminución de la concentración.
  • Inquietud.
  • Irritabilidad.
  • Trastornos del sueño y de dormir.
  • Pérdida del apetito y cambios en el peso (aumento o disminución)
  • Dolor crónico.
  • Pensamientos de suicidio y muerte.
    Para detectar esta enfermedad se realiza un análisis de diversos aspectos, como pueden ser los antecedentes familiares de esta u otras patologías similares, preguntar a la familia si el paciente ha tenido o tiene episodios de alternancia entre manías y depresión, indagar sobre la salud mental del paciente, vigilar el comportamiento, etc. Además se pueden realizar otras pruebas que descarten otras enfermedades que puedan estar causando síntomas similares a los del trastorno bipolar.

    El tratamiento más usado para combatir el trastorno bipolar son los medicamentos, entre los que destacan los llamados estabilizadores del ánimo, los antipsicóticos y los antidepresivos. También se puede usar la terapia electroconvulsiva (TEC), que usa una corriente eléctrica. Por último mencionar las psicoterapias y programas de apoyo, que en mi opinión son una gran herramienta para ayudar en la evolución del enfermo, en la mejora de los síntomas e intentar que este reconozca su enfermedad; además, en los grupos de apoyo coinciden pacientes en diferentes fases de evolución de la enfermedad, por los que uno puede ver el avance que se lleva a cabo y esto aporta esperanza. En general los tratamientos tienen como finalidad mejorar los síntomas y evitar o reducir los episodios de manías y depresión, así como evitar los daños en estos últimos (como el suicidio).


Referencias:
Mental Health America
MedLine

No hay comentarios:

Publicar un comentario