La esquizofrenia es un trastorno mental grave y complejo que deteriora las capacidades psicológicas de las personas afectando al pensamiento, percepción, voluntad y emociones (como establecer la diferencia entre real e irreal, tener respuestas emocionales normales, establecer relaciones sociales de forma normal, etc.)
No existe una respuesta clara sobre cuál es la causa de esta enfermedad, aunque se habla de que varias causas pueden producirla, causas como:
- Alteraciones precoces en el desarrollo del cerebro.
- Genética y antecedentes de la enfermedad en la familia.
- Alteraciones en los neurotransmisores (sustancias que se encargan de transmitir el impulso nervioso entre las células del cerebro o neuronas)
Azul = neuronas Rojo = neurotransmisores |
- Infecciones en el embarazo y parto dificultoso.
Los síntomas van a pareciendo de forma progresiva conforme la enfermedad va evolucionando y aumenta la degeneración. Estos son subjetivos, ya que solo el enfermo los percibe. Los síntomas más característicos son los delirios, alucinaciones, pérdida de la capacidad de expresarse bien, pérdida de la fluidez al hablar, alteración de la percepción de uno mismo (por ejemplo no reconocen su cuerpo al verse en el espejo), alteración y deterioro de las emociones (pérdida de las emociones que lleva a la frialdad e inexpresividad), aislamiento, pérdida del interés por las personas o cosas, sentirse irritable o tenso, dificultad para concentrarse, dificultad para dormir,
El diagnóstico de esta enfermedad se hará por medio del análisis de los síntomas y el historial del paciente. Además se puede realizar una entrevista al paciente y familia, que será analizada por un psiquiatra. Puede ser que se lleven a cabo otras pruebas para descartar otras enfermedades como tumores cerebrales, epilepsia, reacciones a medicamentos, etc.
El tratamiento para la esquizofrenia se lleva a cabo mediante fármacos antipsicóticos. Este tratamiento puede causar efectos secundarios (temblor, vértigo, somnolencia, movimientos lentos, aumento de peso), pero aunque esto ocurra se suele seguir aplicando, ya que los efectos son de menor gravedad que la enfermedad. Si los antipsicóticos no funcionan se pueden probar otros medicamentos o técnicas. Existe una terapia llamada electroshock que, aunque era muy cuestionado, hoy en día está dando buenos resultados. Otro instrumento terapéutico importante es el diálogo entre médico y paciente, así como la integración del enfermo d¡en el medio. Los grupos de apoyo pueden ayudar mucho para conseguir estos objetivos. Esta alteración no tiene cura, por lo que el tratamiento se deberá aplicar de por vida.
Aquí os dejo un vídeo sobre la terapia de electroshock que, en caso del paciente que sale en el, se aplica para tratar una depresión, pero como ya se ha dicho es aplicable a la esquizofrenia.
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