Los testículos son los órganos responsables de la producción de los espermatozoides y de la síntesis y secreción de hormonas sexuales masculinas. Están formados por varios tipos de células con distintas funciones, pero las más importantes son las células germinales que tras la adolescencia maduran para dar lugar a los espermatozoides.
Este tipo de cáncer es el más frecuente de los hombres entre 15 y 35 años. Desde los años 90 los pacientes con cáncer de testículo han aumentado, aunque la mortalidad ha disminuido.
Existen varios tipos de tumores testiculares, que se pueden dividir en dos grandes familias:
- Seminomas: Suponen el 50% de los tumores germinantes y suelen aparecer en torno a la cuarta década de la vida:
- Seminoma clásico: Aparece entre los 30 y los 50 años frecuentemente.
- Seminoma atípico: Es menos común y se desarrolla a partir de los 50 años.
- No seminomas: Aparecen durante la tercera década de la vida. Tienen varios subtipos:
- Carcinoma embrionario: Es el más frecuente y uno de los más agresivos, ya que el cáncer tiende a irradiarse a otros órganos y desarrollarse rápidamente.
- Coriocarcinoma: Este tipo es muy poco frecuente y sólo se manifiesta en adultos.
- Tumor del seno endodérmico: Conocido también como carcinoma del saco vitelino, carcinoma embrionario infantil u orquidoblastoma. Suele afectar a niños y jóvenes y tiene grandes posibilidades de curación.
- Teratoma: Tumores de las células germinativas con áreas que, al microscopio, se asemejan a cada una de las 3 capas de un embrión en desarrollo: el endodermo, el mesodermo y el ectodermo.
Al igual que la mayoría de los cánceres, las causas concretas que provocan el desarrollo de la enfermedad son desconocidas, aunque si se conocen algunos factores de riesgo vinculados al cáncer de testículo:
- La criptorquidia: Durante el desarrollo embrionario los testículos descienden hasta el escroto aunque en algunos casos no se produce este descenso o se produce tras el nacimiento. Esta patología hace que aumente el riesgo de desarrollar cáncer de testículo.
- Genética: Entre el 1% y el 3% de los varones con tumor germinal tiene un historial familiar con casos de cáncer testicular. Tener un padre con cáncer de testículo hace que aumenten hasta 10 veces las probabilidades de padecerlo en los progenitores.
- Factores ambientales: Algunos expertos apuntan a que los hombres que están expuestos continuamente por su trabajo a productos químicos y a temperaturas extrema sufren un mayor riesgo. Esta teoría no está demostrada.
Los principales síntomas que presenta la enfermedad son:
- Un bulto en el testículo que no duele o aparece dolor de forma progresiva.
- Aumento del tamaño del testículo.
- Tener la sensación de que el testículo pesa más.
- Es extraño, pero en algunos casos el tumor puede provocar crecimiento de las mamas debido a que aumentan los niveles de la hormona gonadotropina coriónica, que afecta al desarrollo mamario.
- Dolor en la espalda o en el abdomen.
El tratamiento del tumor de testículos será diferente según el estadío de la enfermedad:
Estadío I: Se cura tras recibir una terapia adecuada. Como solo afecta al testículo, extirparlo garantiza la curación. Para evitar que el tumor vuelva a aparecer, en algunos casos el médico puede optar por administrar quimioterapia o radioterapia, para reducir el riesgo.
Estadío II: Si los pacientes reciben la terapia adecuada también se suelen curar aunque la enfermedad también afecte a los ganglos del retroperitoneo. En la mayoría de los casos el tratamiento adecuado es la quimioterapia.
Estadío III: Si los pacientes con este tumor tienen un pronóstico favorable, recibirán 3 ciclos de quimioterapia. Si el pronóstico es intermedio o desfavorable, el tratamiento se basa en 4 ciclos de quimioterapia y, en algunos casos, los especialistas pueden ofrecer alternativas diferentes.
Los expertos no recomiendan la realización de pruebas y exámenes rutinarios para detectarlo precozmente en la población general este cáncer debido a que es de fácil diagnóstico, poco frecuente y de buen pronóstico. Si consideran importante que los hombres en personas de riesgo conozcan los signos y síntomas más comunes.
Dado que no se conocen las causas que provocan el desarrollo de este cáncer, no existe ninguna forma de prevenir este tipo de tumor. Se debe destacar que si está demostrado que la orquidopexia, una intervención quirúrgica para bajar y fijar el testículo que no ha descendido al escroto, previene el desarrollo del cáncer en niños con criptorquidia.
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