La criptorquidia o testículo no descendido es una alteración que se produce cuando uno de los testículos o ambos no descienden al escroto antes del nacimiento, quedándose así alojados en la cavidad abdominal (pueden establecerse en distintas zonas de esta). Si no se logran bajar los testículos puede llevar a la esterilidad. Además, si se ha sufrido esta alteración aumentan las posibilidades de padecer cáncer de testículo en el no descendido (aunque se haya tratado y el testículo haya descendido) e incluso en el si descendido.
El único síntoma que se puede observar es la ausencia del testículo en el escroto.
Las principales causas de esta alteración se deben a factores del desarrollo durante la gestación, por ejemplo, los niños que nacen antes de los nueve meses de gestación (período en el que los testículos comienzan a descender) tienen más posibilidades de padecer criptorquidia. En el caso de bebés que se hayan desarrollado durante nueve meses en el útero materno puede ser producida debido a que el testículo se encuentra fuera del escroto debido a un reflejo muscular.
Ecografía |
Para del diagnóstico se lleva a cabo una anamnesis (preguntar) sobre antecedentes familiares y cuestiones relacionadas con la enfermedad, así como una exploración física de la zona empleando distintas técnicas para conseguir ver la ausencia de testículo. También se puede acompañar el diagnóstico con la realización de pruebas complementarias, como análisis para estudiar las hormonas, ecografías, resonancias magnéticas, etc.
Resonancia magnética |
Para tratar esta afectación se espera a que pase el primer año de vida, puesto que el testículo tiende a bajar solo. Si no ocurre, se pueden hacer dos cosas:
- Tratamiento hormonal: se aplica mediante inyecciones intramusculares. Lo que se inyecta es la hormona gonadotropina coriónica o bien otro tipo de hormonas similares con el fin de estimular al testículo y que descienda. Este tratamiento no se suele usar ya que está muy cuestionado.
- Cirugía: es el tratamiento más empleado. Se desciende el testículo por medio de una operación. Las posibilidades de éxito en ella son altas, pero varían dependiendo de la zona en la que se alejara el testículo.
El pronóstico suele ser bueno, la mayoría se solucionan por sí solo. Solo un pequeño porcentahe necesita cirugía, que sale con éxito. Un 5% se someten a cirugía y aún así no se soluciona el problema ya que no se encuentra el testículo durante esta.
Las complicaciones derivadas de esta patología pueden ser cáncer, esterilidad o daños tras la cirugía.
Si tenéis alguna duda o queréis dejarnos vuestra experiencia sobre esta enfermedad ponedlo en los comentarios!
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