sábado, 21 de noviembre de 2015

Intoxicación alimentaria

¿Quién no ha pensado alguna vez que su estómago dejaría de funcionar tras probar la primera comida de un amigo novato aficionado a la cocina? ¿O que tal la comida de aquel campamento de verano al que tus padres te llevaron cuando eras niño?.

La intoxicación alimentaria, o enfermedad de transmisión alimentaria, se caracteriza por no tener complicaciones graves pero, en algunas ocasiones, puede ser mortal. Se produce cuando se ingiere un alimento o agua que contienen parásitos, bacterias, virus o las toxinas producidas por estos microorganismos. Estos gérmenes no provocan olor, sabor ni alteran el aspecto del alimento, por lo que es difícil identificar un alimento que posee estas características. Puede afectar a una persona o a un grupo, y este número variará en función de cuantas personas tomaran esa comida.

La bacteria más común en este tipo de intoxicaciones es la Campylobacter, que es frecuente encontrarla en aves crudas, leche sin pasteurizar, carne roja y agua sin tratar. También es frecuente la contaminación alimentaria por la Salmonella y la E. Coli.

Los periodos de incubación varían, pudiendo ser más largos o más cortos dependiendo del tipo de intoxicación. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los síntomas aparecen entre 2 o 6 horas después de la ingesta. Los síntomas más habituales son: vómitos, dolor en el abdomen y diarrea (causada por la inflamación del estómago y del intestino). Pero también pueden aparecer otros, como fiebre, escalofríos, melena en las heces, deshidratación, dolor muscular, debilidad y mal estar general.
Estos síntomas se prolongaran más o menos en función del tipo de bacteria, de la gravedad de la intoxicación y del estado general de la persona afectada. Lo normal es que no duren más de 3 días y que, finalizado este tiempo, la persona se recupere totalmente en pocos días. Sin embargo, en el peor de los casos, la intoxicación puede causar parálisis o muerte, pero esto no es habitual.

En la mayoría de los casos, la intoxicación desaparece a los pocos días sin necesidad de acudir al médico. Pero si se prolonga varios días, se tratará con antibióticos para combatir determinadas infecciones bacterianas. También será necesario reponer los líquidos y electrolitos (Na, K, Ca) perdidos ya que han disminuido por causa de la diarrea. Se pueden reemplazar tanto por vía intravenosa como por vía oral, siendo la hidratación intravenosa la más habitual y eficaz, puesto que proporciona al cuerpo agua y nutrientes esenciales en un tiempo menor que las soluciones orales.