La hepatitis B es una inflamación del hígado causada por la infección del virus de la hepatitis B (VHB), que es un virus ADN de la familia hepadnaviridase. Se considera una enfermedad potencialmente mortal ya que tiende a cronicidad y se asocia a un carcinoma (cirrosis y cáncer hepático), sin embargo, en el mejor de los casos la hepatitis es aguda, y acabará por desaparecer.
Para prevenirla es importante conocer los mecanismos de trasmisión, los cuales los clasificamos en dos grandes grupos:
La mayor parte de los afectados están asintomáticos durante la fase de infección aguda, y solo unos pocos tienen algún síntoma como una coloración amarillenta en la piel y los ojos, orina oscurecida, cansancio y debilidad, nauseas y vómitos y dolor en el abdomen. Normalmente estos síntomas aparecen entre 9 y 21 semanas después de que se produzca la exposición al virus. También se puede dar el caso de que, aunque la infección sea aguda y por lo tanto, pasajera, el paciente sufra una insuficiencia hepática aguda que puede ser letal.
Cuando la hepatitis se vuelve crónica, a largo plazo puede ocasionar cirrosis o cáncer de hígado.
Para prevenir esta enfermedad, se incluye la vacuna contra este virus en el calendario de vacunas.
No existe un tratamiento que cure esta infección, pero sí fármacos y determinadas medidas para que la evolución de la enfermedad sea más lenta y con el menor número de complicaciones posibles:
A continuación os dejamos un video donde se muestra cómo se realiza una extracción de parte de un hígado por vía laparoscópica. Es la historia de Maribel Martín, que decidió donar parte de su hígado a su hermano, afectado por una enfermedad hepática terminal.
Para prevenirla es importante conocer los mecanismos de trasmisión, los cuales los clasificamos en dos grandes grupos:
- Trasmisión vertical o perinatal: el contagio se produce de madre con AgHBs+ a hijo.
- Durante el embarazo
- En el parto
- Durante el primer año de vida
- Trasmisión horizontal: conocida también por trasmisión de contacto.
- Sexual: sangre, semen, secreciones vaginales.
- Inoculación directa a través de piel y mucosas: compartir jeringas, pearcings, etc.
- Transmisión intrafamiliar y por contacto íntimo (convivencia): el virus se puede contagiar por la saliva, por eso se considera que hay mayor riesgo de contagio que en el caso del virus del sida, dado que el VIH no se contagia por la saliva, reduciendo mucho el riesgo de trasmisión en la convivencia doméstica (solo existe riesgo si se comparten cuchillas, cepillos de dientes, etc. por si estos tienen algún resto de sangre).
La mayor parte de los afectados están asintomáticos durante la fase de infección aguda, y solo unos pocos tienen algún síntoma como una coloración amarillenta en la piel y los ojos, orina oscurecida, cansancio y debilidad, nauseas y vómitos y dolor en el abdomen. Normalmente estos síntomas aparecen entre 9 y 21 semanas después de que se produzca la exposición al virus. También se puede dar el caso de que, aunque la infección sea aguda y por lo tanto, pasajera, el paciente sufra una insuficiencia hepática aguda que puede ser letal.
Cuando la hepatitis se vuelve crónica, a largo plazo puede ocasionar cirrosis o cáncer de hígado.
Para prevenir esta enfermedad, se incluye la vacuna contra este virus en el calendario de vacunas.
No existe un tratamiento que cure esta infección, pero sí fármacos y determinadas medidas para que la evolución de la enfermedad sea más lenta y con el menor número de complicaciones posibles:
- La hepatitis aguda no necesita ser tratada ya que desaparecerá a las pocas semanas.
- La hepatitis crónica se puede tratar con determinados antivirales, que disminuirán o eliminarán la hepatitis B de la sangre. El tratamiento más común es la inyección de Interferón, que además, reducirá el riesgo de padecer cirrosis y cáncer de hígado.
En estos casos puede ser necesario realizar un trasplante de hígado, que consiste en extraer el hígado enfermo mediante cirugía y es reemplazarlo por uno sano.
A continuación os dejamos un video donde se muestra cómo se realiza una extracción de parte de un hígado por vía laparoscópica. Es la historia de Maribel Martín, que decidió donar parte de su hígado a su hermano, afectado por una enfermedad hepática terminal.
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