viernes, 20 de noviembre de 2015

Esofagitis



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Esofagitis.

La esofagitis es una enfermedad del esófago que consiste en cualquier inflamación, irritación o hinchazón del esófago, que es el tubo del aparato digestivo que conecta la parte posterior de la boca y el estómago.


Con frecuencia es causada por el reflujo de líquido desde el estómago al esófago. Este líquido gástrico es ácido e irrita el tejido del tubo. Este problema es denominado reflujo gastroesofágico.

Los principales factores que incrementan las posibilidades de padecer esta enfermedad son:

  • Consumo de alcohol.
  • Tabaquismo.
  • Cirugía y radiación torácica.
  • Consumo de ciertas medicaciones.
Los síntomas desencadenados por esta enfermedad son:
  • Tos.
  • Dificultad para deglutir.
  • Deglución dolorosa.
  • Acidez gástrica.
  • Ronquera.
  • Dolor en la garganta.
El tratamiento que se suele aplicar a esta patología va relacionado con la causa que lo desencadena. Para el reflujo, el principal tratamiento son medicamentos que reduzcan la acidez estomacal debido a la inhibición de las bombas sodio-potasio.

Las pruebas diagnósticas más típicas para detectar esta patología son: 
  • Manoetría esofágica, que consiste en pasar una sonda sensible a la presión desde la boca o nariz hasta el estómago. Una vez ha llegado al estómago, se lleva hasta el esófago y se pide al paciente que degluta, para que la sonda mida la presión de las contracciones esofágicas a lo largo de la sonda.
  • La esofagogastroduodenoscopia, que consiste en una biopsia del esófago para análisis.
  • La esofagografía, que consiste en la toma de imágenes del esófago durante la deglución, para ver su funcionamiento.
Las posibles complicaciones de la esofagitis sin tratamiento son una molestia intensa que puede hacer que se produzca un estrechamiento del esófago provocando la dificultad para deglutir. Tras mucho tiempo con esta patología, puede producirse síndrome de Barrett, que en ocasiones termina desencadenando un cáncer de esófago.

Para evitar la esofagitis existen una serie de remedios caseros que evitan el reflujo del ácido gástrico:
Evitar las comidas pesadas o picantes.
  • Dejar de fumar.
  • No beber alcohol.
  • Mantener el peso en los valores recomendados debido a que el sobrepeso contribuye a la aparición de esta patología.
  • El aloe vera calma los síntomas de la esofagitis.
  • Consumir vinagre de manzana disuelto en agua antes de las comidas. Las manzanas rojas o el jengibre también contribuyen a reducir los síntomas.