miércoles, 25 de noviembre de 2015

Cálculo biliar



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Son depósitos duros que se forman en el interior de la vesícula biliar. Pueden llegar a ser del tamaño de una pelota de golf.


Los cálculos biliares se pueden formar por distintas causas. Hay dos tipos principales de cálculos:
Cálculos compuestos de colesterol, que no están relacionados con los niveles de colesterol en sangre. Son el tipo más común.
Cálculos compuestos de bilirrubina, que se denominan cálculos pigmentarios. Su causa más frecuente es la destrucción de los glóbulos rojos y el cúmulo de mucha bilirrubina en la bilis.

Pueden ser hereditarios, pero hay otros factores de riesgo:

  • Son más comunes en mujeres, personas mayores de 40 años y personas con sobrepeso.
  • Diabéticos.
  • Trasplante de médula ósea o de otros órganos sólidos.
  • Insuficiencia de la vesícula biliar para vaciar la bilis adecuadamente, esto es más probable durante el embarazo.
  • Cirrosis hepática e infecciones de las vías biliares.
  • Afecciones que provocan que se destruyan demasiados glóbulos rojos como la pérdida muy rápida de peso.
  • Recibir nutrición parenteral durante un tiempo prolongado.
  • Consumo de píldoras anticonceptivas.
En muchos casos esta patología es asintomática y es descubierta cuando se toma una radiografía rutinaria. Sin embargo, si el cálculo es tan grande que bloquea el conducto que drena la vesícula, se puede presentar un dolor de tipo cólico, conocido como cólico biliar. Este dolor desaparece cuando el cálculo llega al intestino delgado. También puede ir acompañado de fiebre, ictericia y color amarillento de la piel.

Las pruebas diagnósticas utilizadas para la detección de la presencia de cálculos biliares son:
  • Exámenes de sangre:
    • Bilirrubina.
    • Pruebas de función hepática.
    • Enzimas pancreáticos.
  • Una simple ecografía abdominal o una radiografía pueden detectar el cálculo.
El bloqueo del conducto por culpa de estos cálculos puede causar complicaciones, como el hinchazón o la infección de:
  • Vesícula biliar (colecistitis).
  • Conducto que transporta la bilis desde el hígado hasta la vesícula e intestinos (colangitis.
  • Páncreas (Pancreatitis)
El tratamiento para tratar esta patología se basa en:
  • Medicamentos: Existen medicamentos para disolver los cálculos de colesterol, pero pueden tardar años en hacer efecto y es frecuente que vuelva a aparecer el cálculo cuando el tratamiento termine. También se pueden introducir productos químicos dentro de la vesícula biliar a través de un cateter para que disuelva rápidamente los cálculos, pero es una técnica complicada y con muchas probabilidades de que los cálculos reaparezcan.
  • Cirugía: Los pacientes que padezcan los síntomas necesitarán cirugía, que puede ser de 2 tipos:
    • Colecistectomía laparoscópica: Se utiliza con mayor frecuencia. Se realizan unas pequeñas incisiones que permiten una recuperación más rápida, incluso los pacientes pueden salir del hospital un día después de la cirugía.
    • Colecistectomía abierta: Era más frecuente en el pasado pero ahora es menos común, consiste en una cirugía propiamente dicha.

En este caso solo podemos daros un consejo para ayudar a prevenir los cálculos biliares. Las personas obesas deben bajar de peso hasta los límites saludables, pero deben evitar que sea una bajada rápida.


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