lunes, 14 de diciembre de 2015

Epididimitis



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¿Qué es el epidídimo? 

El epidídimo es el tubo conductivo que conecta los testículos con los vasos deferentes por los que circula el semen con los espermatozoides. Mide unos cinco centímetros en su conjunto y está enrollado sobre sí mismo en la parte posterior del testículo, formando un conglomerado en forma de coma que se adhiere en gran parte de la pared testicular. En él se acumulan los espermatozoides, donde maduran hasta que salen del órgano masculino para ser expulsados junto al semen.

Una enfermedad muy común en esta zona es la llamada epididimitis. Como su propio nombre indica se trata de la inflamación del epidídimo. Es una enfermedad frecuente en hombres entre los 19 y los 35 años.
La causa más común de esta inflamación es una infección en aumento que provoca que las bacterias del tracto urinario viajen a través del conducto seminal hasta el epidídimo provocando la infección. Entre las bacterias causantes destacan, principalmente, las clamidias (Chlamydia trachomatis), que se transmiten por realizar el acto sexual sin protección.
También las lesiones en el epidídimo (patadas, golpes, accidentes) pueden causar una epididimitis traumática no bacteriana. Mucho más infrecuente es la inflamación originada a través de la vía sanguínea. En este caso, las bacterias de un foco de infección que se encuentra en otra región del cuerpo llegan al epidídimo por vía de la sangre, tal es el caso de una inflamación de la vejiga o una inflamación de la próstata.

Los síntomas aparecen poco a poco y van evolucionando a más. Los síntomas característicos de la inflamación aguda del epidídimo son la hinchazón dolorosa de un o de ambos epidídimos. Con el paso del tiempo, el escroto puede enrojecerse e hincharse tanto que produce una elevación de los pliegues de la piel. Otras posibles señales de inflamación del epidídimo son molestias al orinar, así como fiebre y escalofríos. También es frecuente que estas molestias aumenten a lo largo del día y que el epidídimo afectado esté calenturiento.
En el caso de una epididimitis aguda, solamente está hinchado el epidídimo afectado, lo cual se puede comprobar fácilmente porque existe una fuerte y dolorosa presión que al principio se deslinda del testículo.
En cuanto al tratamiento, se deben aplican las medidas oportunas para aliviar el dolor y disminuir el malestar del paciente: elevación del escroto, reposo en cama, aplicación de bolsas de hielo y administración de analgésicos y antiinflamatorios. Al ser una infección bacteriana, por lo general, se tratará con los antibióticos específicos que el médico considere. Si la enfermedad es causada por ETS se requieren antibióticos especiales y además tu pareja sexual también debe recibir tratamiento.
El sexo seguro es una de las primeras formas de prevención, pues al usar condón, al reducir el número de parejas sexuales o al menos saber que no tienen ETS, se reducen los riesgos significativamente. Igualmente, el hacerte exámenes rutinarios para identificar si tienes ETS, ayuda a detenerlas temprano de modo que las infecciones no se extiendan y te causen epididimitis. En los casos en que la enfermedad se complica o es causada por otros problemas físicos o por tuberculosis, puede ser que necesites cirugía. Cuando se forma un absceso (una protuberancia con pus) será necesario drenarla.

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