martes, 15 de diciembre de 2015

Disfunción eréctil

Disfunción eréctil, Impotencia eréctil o Impotencia sexual masculina.

    Se conoce como disfunción eréctil a la imposibilidad del hombre de mantener el pene en estado eréctil para poder tener relaciones sexuales. La mayoría de los hombres o casi todos tienen problemas alguna vez en su vida para conseguir la erección, pero esto se empieza a considerar un problema cuando se tienen dificultades más de el 25% de las veces.

      Las causas que pueden producir esta alteración son diversas, y entre ellas podemos destacar el estrés, depresión, fatiga, miedo, enfado, insomnio o ansiedad entre otras causas psicológicas; alteraciones vasculares que no permiten que el pene acumule la sangre necesaria para la erección (como la diabetes, hipertensión arterial, alteraciones cardíacas, altos niveles de colesterol en sangre y el tabaquismo, alcoholismo o consumo de cocaína); lesiones en la médula espinal o en algún nervio (por ejemplo tras intervenciones quirúrgicas o producidas por esclerosis múltiple); excasa producción de hormonas sexuales masculinas; efectos secundarios de algún fármaco; expectativas sexuales irreales o la mala comunicación con la pareja.

    El síntomas de esta alteración es principalmente la imposibilidad de conseguir o mantener la erección del pene, por lo que no se pueden llevar a cabo relaciones sexuales.

    Para detectar si se padece esta alteración se llevará a cabo un examen físico así como una entrevista en la que se incluirán preguntas intentando llegar al diagnóstico. Será necesario explorar zonas como recto y pene, sistema nervioso y circulación; realizar análisis de sangre para comprobar niveles hormonales (importante la testosterona), pruebas metabólicas, etc; llevar a cabo pruebas neurológicas, ecografías de pene, análisis de orina, comprobar si se producen erecciones nocturnas, etc.

    Los tratamientos para la disfunción son variados, y dependen de la causa que la produzca. Podemos mencionar ciertos tratamientos principales;

  • Cambiar el estilo de vida: llevando una vida más sana, por ejemplo, dejando de fumar o abandonando las drogas.
  • Acudir a tratamiento psicológico; si la causa de la impotencia es la depresión, ansiedad o similares.
  • Medicamentos: existen una gran variedad. Se pueden inyectar en el pene, introducir por la uretra o tomarse por vía oral.
  • Dispositivos de vacío: se emplea para hacer llegar más sangre al pene. Cuando esto se consigue se aplica una banda que permite mantener la erección y así poder mantener relaciones sexuales.

  • Reposición de testosterona: mediante parches, geles cutáneos o inyecciones.
  • Aplicación de prótesis peniano
  • Cirugía

          Para evitar la aparición de esta patología en la medida de lo posible os recomiendo que llevéis un estilo de vida lo más sano posible, evitando el consumo de tabaco, alcohol y drogas psicoactivas. También ayuda descansar y relajarse, hacer ejercicio (ya que mejora la circulación), comer sano y  comentar a la pareja nuestros problemas, o incluso acudir a terapia sexual o a un psicólogo que nos ayude a descargar la ansiedad y preocupación.



Referencias:

         

     


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