viernes, 27 de noviembre de 2015

Intolerancia a la lactosa



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    La alteración de la que os voy a hablar hoy ocurre cuando el intestino delgado no produce la cantidad suficiente del enzima lactasa, que es el producto necesario para digerir la lactosa (azúcar) de la leche. 

La lactosa la podemos encontrar en la leche de distintos animales (vaca, cabra, oveja, etc.), así como en los productos lácteos que se fabrican con esta leche; pero también es usada para la fabricación de conservantes, por esto, está presente en productos como carnes procesadas (salchichas, patés, fiambres, embutidos), helados, comidas preparadas, sopas instantáneas, cereales procesados, etc.

    En el Sur de Europa más de un 30% de la población padece Intolerancia a la lactosa. Además, Europa norte y occidental presentan los porcentajes más bajos a nivel mundial.

    Las causas que producen esta alteración se pueden dividir en causas genéticas y causas secundarias. La causa genética es la más frecuente, y se debe a que progresivamente y determinado por condiciones genéticas se va disminuyendo la producción de lactasa. Como causa secundaria podemos encontrar la agresión a la mucosa intestinal (capa más interna del intestino), que puede ser debido diversos factores, como pueden ser las diarreas agudas, antibióticos, quimioterapia, cirugía del intestino delgado, enfermedad celíaca o enfermedad de Crohn entre otras.

    Los síntomas aparecen tras consumir productos con lactasa, ya sea pocos minutos o varias horas después. Entre ellos están la distensión abdominal, cólicos abdominales, diarrea, gases, retortijones, enrojecimiento perianal, heces pastosas o diarreas, defecación explosiva, flatulencia y náuseas.

    Para su diagnóstico se usa, sobre todo, el Test del Hidrógeno Espirado, en el que se consume una cantidad fija de lactosa y se observa si aumenta el hidrógeno del aliento mediante una medición. Si ocurre esto significa que la lactosa no ha sido digerida y ha llegado al intestino grueso, siendo descompuesta por las bacterias y produciendo así hidrógeno. 


También se usan los análisis de sangre, en los que se mira la cantidad de glucosa antes y después de tomar la lactosa. Si la enzima lactasa actúa bien, el nivel de glucosa aumenta. 


Otro método consiste en medir el pH de las heces.

Obtención de muestra para analizar el pH
    El tratamiento principal consiste en eliminar la lactosa de la dieta según el grado de intolerancia, de forma que se eliminen aquellos alimentos que sienten mal. Además, existen también complrimidos que son suplementos de lactasa, y que pueden ayudar a tolerar mejor cientos alimentos.

    Esta es una alteración que no suele tener cura

    Como opinión personal puedo recomendar el estricto seguimiento de la dieta, ya que he leído muchos comentarios de personas que padecen intolerancia y han dicho que esto es lo mejor (pues obviamente si no tomas lo que causa el dolor se soluciona el problema...). También he leído que hay que tener mucho cuidado con los productos, pues como comentaba antes muchos alimentos contienen lactosa aunque pueda parecer que no, y por eso se deben leer muy bien las etiquetas antes de comprarlos o consumirlos. Además os dejo este vídeo de una chica que explica algo de lo qeu he leído varios comentarios, la QuéBox, es decir, una caja que, si realizas su suscripción, te llega a casa cada dos meses, y que contiene productos sin lactosa (y sin gluten) (creo que el precio ronda los 19 euros)



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